domingo, 20 de marzo de 2011

Japón

Japón

Del mar vino la muerte
en pie sobre una ola,
negra, encabalgada,
espoleando las aguas
con mano cruel toma
las crines espumosas.
Recortada siniestra
contra el sol naciente,
Vino la muerte.

Revientan avenidas
y las calles estallan,
pisotean los corceles,
ciegos de feroz ira,
cuanta carne y vida hallan,
y en el turbión furioso
las quejas enmudecen,
y en silencio ahogan
las bocas, y en muerte.

Japón, nueva Atlántida,
Japón del sol muriente,
al mundo en vilo tienes
por tus miasmas uránicas.
Pero Japón, tu gente,
esa que escarba el lodo,
buscando a sus seres
esa que morir sabe
tan dignamente, esa,
la muerte no merece.


Tokyo Blues

Murakami escribió su novela
sobre amores ciertos adolescentes,
amores tristes, amores dolientes
amores que el mismo amor anhela.

Los rascacielos de Tokyo se tuercen
El blues viene de la tierra y el mar
a borbotones el blues sin atar
que quizá a los espiritus fuercen

a pensar: qué es la vida y qué la muerte
qué misterioso sino nos gobierna,
qué arbitrarias leyes sigue la suerte

que hoy nos es dura y mañana tierna.
Murakami así su blues escribía
sobre un suelo que vivo se le abría.

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