jueves, 24 de marzo de 2011

La espalda de Cecilia

Hola Cecil ¿como estás?
Tu espalda..ya sé ya sé,
me contaste el accidente,
¿tras qué libro ibas en pos
que se cegaron tus pies?
¿Sobre qué alto pensamiento
la mariposa en tu mente
dibujaba hipnotizador
las sendas del conocer?

Mujer curiosa, mujer
de sangre eres castellana,
de León, aunque en Segovia
ocurriera el traspié.
Ahora yaces en cama
porque ávida ibas, Cecilia,
de arte, ciencia y poesía,
historia y filosofía.
Con abandono de novia
tu espalda acariciar déjame
con estas manos que escribo,
con estos dedos que sueñan,
a ellos sin temor entrégate.
Pues sobre cada lunar
un sol estival pondré
y sobre cada dolor
la amapola de un placer,
porque tu espalda es mártir,
del sacrificio el lugar,
y por ser aún más, Cecilia,
es espalda de mujer.

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