lunes, 31 de julio de 2006

Las sufridas pelotas del hijoputa gilipollas.

Cuando el sábado por la noche en la disco, bajo las luces estroboscópicas, el hijoputa le dijo al cabrón que se cagaba en sus muertos, el cabrón lo cogió por las pelotas y se las apretó hasta que la cara del hijoputa pasó por todos los matices de malva, púrpura y morado oscuro. Entones soltó, y cuando lo tuvo en el suelo, el cabrón le pateó los riñones al hijoputa. A partir de aquel día añadiría al sobrenombre de hijoputa el apelativo de gilipollas. El hijoputa gilipollas. Pues bien la novia del hijoputa gilipollas intentó arañarle la cara al cabrón, pero la respectiva de éste, la cabrona, no se lo permitió, y más bien fue ella la que salió tatuada en su hermosa cara de hijaputa. Entonces, la hijaputa gilipollas cogió al hijoputa gilipollas y se lo llevó a la playa donde le hundió las pelotas monstruosas en las tibias aguas de Neptuno. Pero éste, al sentir sobre su divino seno tan espantoso aparato tumefacto, se indignó ante la falta de respeto evidente mostrado por la pareja de hijoputas gilipollas y les mandó al japuto, el macho de la japuta, que es un " f. Pez teleósteo del suborden de los Acantopterigios, de color plomizo, de unos 35 cm de largo y casi otro tanto de alto, cabeza pequeña, boca redonda, armada de dientes finos, largos y apretados a manera de brocha, escamas regulares y romboidales, que se extienden hasta cubrir las aletas dorsal y anal, cola en forma de media luna, y aleta pectoral muy larga. Vive en el Mediterráneo y es comestible apreciado"....sí, y muy cabrón también, como el cabrón de la disco. Cuando el japuto cabrón llegó adonde flotaban plácidas las pelotas del hijoputa gilipollas, (¡qué mala suerte coño, ahora que empezaba a sentir alivio!), con esa "boca redonda, armada de dientes finos, largos y apretados a manera de brocha", le dio un mordisco fatal que hizo que el hijoputa gilipollas levantara la vista con ojos lacrimosos y boca torcida a las estrellas, deseando morirse de una puta vez. Mientras el hijoputa gilipollas miraba hacia arriba, la hijaputa gilipollas miró hacia abajo y vio al japuto cabrón con las bolas del hijoputa gilipollas entre esos "dientes finos, largos y apretados a manera de brocha", entonces la hijaputa gilipollas, que por algo era gilipollas, se dejó llevar por el arrebato de la pasión al ver de qué manera tan inapropiada peligraba (¡con tanto cabrón suelto!) el placer que la hacía gemir: "¡oooh, aaah, uuum!", y con mano fuerte y puño apretado, le lanzó un gancho de derecha con pretensiones de romperle los piños al japuto cabrón que, además de cabrón, era avezado y sinuoso como demostró al soltar las pelotas del hijoputa gilipollas en el último momento, viniendo a impactar el derechazo de la hijaputa gilipollas contra las pelotas de su amado...el hijoputa gilipollas. Mientras el japuto cabrón se alejaba silbando "Soy la Reina de los Mares" (y es que este " f. Pez teleósteo del suborden de los Acantopterigios, de color plomizo, etc....", era un poco maricón), el hijoputa gilipollas la miró con desesperación dolorosa y, con un punto de amargura y rabia, le gritó desairado: "¡¡Pero serás hijaputa gilipollas!!" Entonces empezó a llorar contrita, no por las aporreadas pelotas de su adorado sino por: ¡a ver donde ella iba a encontrar ahora a otro hijoputa gilipollas que la hiciera gemir: "¡Aaah, oooh, uuum!" Pobre. Y es que no era fácil encontrar a otro que reuniera tales características. Por eso decidió esperar con santa paciencia (y algún que otro dedo, por no hablar de ciertas alegrías de la huerta) hasta que le retiraran la escayola de las pelotas a su bienamado hijoputa gilipollas que, como era gilipollas, al sábado siguiente, luciendo un bonito pantalón ajustado a la altura de la entrepierna (por dejar patente al respetable que había vuelto) volvió a cagarse en los muertos del cabrón, que le agarró de nuevo las.....en fin, lo que les pasa siempre a los hijoputas gilipollas: que no aprenden.

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