viernes, 1 de abril de 2011

Tres sonetos eróticos y algunos versos pudorosos.

I. Tu sexo.
Me gusta en mis dedos sentir tu sexo,
al principio suave acariciarlo,
apenas con las yemas convocarlo,
hacerlo del averno-cielo el nexo.

Me gusta sentir tu sexo en mis manos
todo él en ellas líquida fruta
derramada sobre mí cuán cicuta
de miel acre sobre mares insanos

ardiendo en los límites del placer.
Amor, contra las paredes furiosos
homicidamente hacia abajo horado

anhelando la muerte y el renacer
empujando, empujando sudorosos
entrañándote el fruto morado.

II. Tus pechos.
Beso las roquedas de tus costillas.
Mi oído poso en el valle de tu vientre
(dentro en tus cauces deja que me adentre)
y subiendo arribo hasta las Antillas

de tus pechos: Nuevo Mundo anhelado,
como Colón soy el primero sin serlo,
primero en tomarlo sin poseerlo
en libar sus tesoros de Eldorado.

Entre ellos palpita un Universo,
entre ellos me siento a mirar la Luna
y el cielo por tu emoción conmovidos.

Suavemente entre mis labios, terso,
tu pezón blanco de leche me acuna
y en mi boca volcanes son sorbidos.

III. Tu boca.
En mi boca volcanes son sorbidos
quemándome la lava de tus besos
los ojos ciegos soñando estos versos
sobre el rumor de soles derretidos.

Es tu boca susurro y palabra,
la claridad brillante de un te quiero
la soñadora noche de un muero
mientras mi ímpetu amoroso te labra,

te labra y me labras, me destruyes,
me descompones, al todo y a la nada
me lanzas, me buscas y me rehuyes

y recompones con tu voz de amada
con tus suspiros que queman mis oídos,
sí, en mis labios volcanes son vertidos.

IV. Tu frente. Versos pudorosos.

Después de follar como locos,
de arrancarnos los sexos
y embriagarnos de su hedor
te besé en la frente;
dejé mi sombra sudorosa
en la pocilga del amor
y yéndome poco a poco
te cubriste los pechos
con gesto pudoroso.

No hay comentarios: