jueves, 31 de agosto de 2006

Elvis Presley, Suspicious Minds (París-Texas, Wim Mertens).


Una mañana subí en un carguero que atravesaba océanos de trigo, mares de cerveza, camino del norte, lejos de aquí. En el bolsillo tan sólo el tintineo de mis ilusiones amodorrando mi mente con el rítmico trán trán de las cadenas y las ruedas sobre los railes ardientes, caminos de hierro, sendas que me llevaban a ti... Trán-trán, trán-trán.... En mis ojos el brillo del que espera todo, el brillo del que busca ávido el resplandor de un diamante. El brillo del buscador de tesoros. El brillo que sentiste bajo un sol entre algodones níveos cuando te encontré en una calle ancha como una pradera. Una joya brotando de entre la selva de altos, rectos edificios. Te encontré y te amé...quizás demasiado...caímos en una trampa....
Te creí mía y vi con los ojos de la sospecha cada partícula de ti que no era mía, te quise tanto que deseé ahogar la respiración en tus pulmones e inhalaras con los míos....caímos en una trampa...te quise tanto, tan ciega y desesperadamente, que te hubiese matado para que vivieras, siempre, en mí...caímos en una trampa...caímos en una trampa....ahora ya es tarde.

He cruzado desiertos, secando el alcohol llameante, que me helaba la mirada...buscándome, buscándote...pero ya es tarde.
Caímos en una trampa.....baby.

No hay comentarios: