lunes, 27 de agosto de 2007

Poema

Hijo mío,
Que a mi lado creces,
Quisiera ser frondoso
Para cobijarte de sombra fresca,
Recio como olmo viejo,
Duro como hierro
Para extenderme entre el viento
Pesado
Y tu tallo tierno.

Hijo mío,
Que hacia mí te inclinas
Cuando en las noches
De silencio
La luna te observa severa,
Quisiera ser blando por dentro
Para restañar tus miedos
Con el sudor añejo de mi resina.

Hijo mío
que a mi lado creces,
tiempo vendrá en que solitario
mengue
y bajo tu sombra, sin embargo,
muera.

1 comentario:

nordicworld dijo...

Mucha influencia de Quevedo veo yo por aquí...me he pasado para saludarte y leerte. Sí, las fotos son mías, son del lugar en donde vivo ahora.
Eso del novio vikingo con largas guedejas...está por ver, los suecos y los españoles somos demasiado distintos. Y lo del trineo es que me pilla ya mayor, no es cuestión de ir jugando con la salud;-)
Un saludo y gracias y seguiré leyéndote.